
"Matamos a Bin Laden y lo tiramos al agua" definitivamente se convierte en la frase más estúpida de la historia, relegando al segundo puesto a: "¡Por favor no incendien sus pozos de petróleo!". Enternece ver a tanto boludo con banderita rayada festejando no sé que mierda en las calles de New York. Lástima que justo se haya ido Sábato y no pueda contarnos la versión pesimista de todo esto, que como siempre, va a ser la que termine imponiéndose.
¡Genial!...presentesé en las editoriales con unas copias bien grandes de estos trabajos, Miolnir. Matelós.
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